DE ORIENTE, PARA EL MUNDO.
El estilo oriental surge en Japón y adopta las
costumbres y tradiciones propias de su cultura. Sin embargo su principal
objetivo es tener espacios, que trasmitan el misticismo y la espiritualidad. En
los últimos años, los arquitectos e interioristas lo han estado plasmando en
sus diseños y se ha convertido en una tendencia solicitada y adaptable.
Definitivamente este estilo se basa en el orden y la sencillez, donde se muestran espacios
amplios y bien iluminados. Aunque el protagonista de este espacio son los
elementos naturales con el fin de crear armonía y equilibro dentro del hogar. Cada
elemento tiene su propio peso y armonía.
La naturaleza
Los elementos naturales crean texturas, tales como: los
bambús, el papel arroz, la seda, objetos místicos, la madera y la piedra. La
luz natural interviene de manera espectacular.
En oriente el hogar debe estar conformado, por grandes
ventanales y sus vistas deben conectarse con el medio ambiente. Por lo que la adaptación
de este estilo a la ciudad debe cuidar estos pequeños detalles, para
transformarlo de manera occidental.
Si se trata de asociar el estilo oriental con algún otro,
va de la mano con el minimalismo, ambos pretenden espacios amplios, limpios y
de líneas puras. Por lo cual el mobiliario empleado debe ser lo más simple y escaso,
de igual forma la ornamentación es mínima, las paredes van lo más limpias
posible, esto con el fin de evitar distracciones y obtener la tranquilidad y
serenidad que se requiere.
5 Principios básicos de oriente.
·
Kanketsu
= simplicidad. Un espacio limpio,
discreto y neutro.
·
Ma
= vacío. Sin excesos, escaso
mobiliario y ornamentación, para no generar distracciones y obtener un ambiente
de tranquilidad y paz.
·
Iki = sobriedad.
Elegante y exquisito, pero sin resaltar.
·
Wabi-sabi
= lo bello de lo imperfecto. El
uso de la naturaleza como fuente de inspiración y por ende los elementos
naturales que sirven para armonizar el ambiente.
·
Mono
no aware = lo empático. La sensibilidad hacia con los
objetos para lograr una sensación al mirar el objeto.
Simpleza
Un espacio limpio, amplio y con el aprovechamiento de la
luz natural, permite mayormente el flujo de las energías. Se recomiendan los
colores pálidos y pasteles para generar mayor amplitud.
La recreación de formas
suaves y orgánicas, obteniendo como resultado la armonía, espiritualidad y el
misticismo, necesario para explotar el estilo oriental en tu hogar.
Como podrás notar la cultura occidental está muy arraigada
a las creencias, a los mitos, supersticiones, entre otras costumbres, por lo
que esta cultura sigue la línea de seis colores básicos; El rojo del fuego; el
naranja es estimulo; el amarillo representa la luz; el azul evoca el cielo y el
agua; el blanco es calma y por su parte el verde es vida.
Ornamentos.
Entre más pureza reflejen las paredes y el entorno en
general, mejor resultado tendremos en cuanto al estilo, así que no se necesitan
tantos objetos, únicamente los más destacados, “pocos objetos, pero
imponentes”. El empleo de grandes murales con símbolos o mensajes, las lámparas
de papel, figuras de dragones, osos, tigres, pandas o elefantes. Son elementos
decorativos que no se deben dejar pasar por alto.
Las cañas de bambú, bonsáis, la piedra, la madera de
cedro, el mimbre, son elementos decorativos naturales característicos del
estilo y para tener un contraste natural, una fuente es un objeto ideal. Los
biombos, jarrones de barro, paneles japoneses, son objetos importantes que
deben estar marcados dentro de tu decoración.
Contacto con la Naturaleza.
El estilo oriental
es una tendencia que está en constante contacto con la naturaleza, la luz
natural es aprovechada. La simpleza del entorno permite tener contacto con la
espiritualidad y la tranquilidad, objetivo que los orientales han sabido lograr
gracias a su cultura y que hoy día a transcendido a los espacios más urbanos y
comunes de la ciudad. Estilo actual que transmite historia, simpleza y
tranquilidad.
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